Lipoescultura y Liposucción láser (o Laser lipólisis)

Es fácil de entender, que la lipoescultura consiste en literalmente esculpir nuestro cuerpo y básicamente redistribuir los acúmulos grasos naturales del mismo, con el fin de obtener una silueta más atractiva, juvenil y armoniosa.

Si consideramos que tanto hombres como mujeres presentamos depósitos “naturales” de grasa en distintas áreas del cuerpo, y que estos depósitos son francamente difíciles de reducir pese a una adecuada dieta y régimen de ejercicio físico, entenderemos por qué las técnicas de lipoescultura han evolucionado tanto.

La diferencia entre una liposucción clásica y una lipoescultura, radica, en que en la lipoescultura, el manejo, delicadeza y cuidado de la grasa es exquisito. Se realiza a través de pequeñas incisiones y utilizando cánulas muy finas de punta roma (atraumáticas), especialmente diseñadas para este fin. Además, la grasa se extrae manualmente, esto es, utilizando jeringas estériles de baja presión, lo que asegura que las células grasas que tengamos luego que transplantar no sufran daño.

La lipoescultura permite extraer la grasa sobrante y redistribuirla, reacomodándola en las zonas en las que nos interesa aumentar de volumen. Por ejemplo, en el contexto de una abdominoplastia o un liposucción abdominal y de muslos, retiramos la grasa del abdomen, flancos y cartucheras con un sistema de baja presión. Luego, limpiamos, manipulamos y procesamos la grasa obtenida, recolocándola posteriormente en la zona en donde queramos aumentar volumen en nuestro cuerpo, restaurando y mejorando su forma. En definitiva, se busca modelar la silueta total de la persona.

La lipoescultura tradicional, se realiza habitualmente bajo anestesia local y sedación por lo que puede ser concebida como una intervención sin ingreso hospitalario. Sin embargo, en ciertos casos, será necesaria una estancia hospitalaria corta, para maximizar los controles y cuidados de la paciente en el postoperatorio inmediato. Tiene un periodo de postoperatorio muy bueno, escaso dolor y molestias. Lo que sí suele presentarse, en los primero días tras la lipoescultura, es salida de líquido seroso-hemático a través de las incisiones de liposucción; por ello habrá que mantener la piel siempre limpia y seca, utilizar las prendas de presoterapia o compresión que el cirujano plástico indique y posteriormente complementar el tratamiento con una serie de sesiones de masajes y drenajes linfáticos especialmente diseñados para mantener íntegra la grasa reimplantada y movilizar el exceso de líquido e inflamación que habitualmente se produce en las zonas de liposucción.

La lipoescultura tradicional esta indicada en:

1. Pacientes con acúmulos grasos localizados (área de lipodistrofia local), que deseen modelar su figura.
2. Pacientes con acúmulos grasos difusos, esto es, con abundante grasa en toda la superficie del cuerpo pero sin llegar a estados de sobrepeso masivo.
3. Pacientes que cumplen las dos circunstancias anteriores y que además desean aumentar el volumen de un área de su cuerpo, ya se la zona glútea o el pecho, o corregir un defecto congénito u adquirido en otra zona de su cuerpo.

Estará contraindicada en:

1. Pacientes con obesidad masiva o mórbida (la lipoescultura y liposucción no se deben diseñar para adelgazar).
2. Pacientes con transtornos de la coagulación.
3. Pacientes con estados previos de anemia.
4. Pacientes con antecedentes de reacciones alérgicas a anestésicos.

¿Y la Liposucción láser o Lipolisis láser?

La lipólisis láser o liposucción láser es actualmente uno de los procedimientos estéticos ambulatorio más de moda, demandado por los pacientes y en realidad desconocido.

Consiste en realizar una destrucción de la grasa por debajo de la piel utilizando una fibra óptica muy fina, con un terminal láser en su punta. Se realiza habitualmente de forma ambulatoria bajo anestesia local y sedación y está especialmente indicada en casos donde hay acúmulos grasos localizados no masivos. Produce, por el efecto térmico del láser, una destrucción de las adherencias cutáneas que estimula la producción de fibras de colágeno y por consiguiente, mejora la retracción o elasticidad de la piel y por consiguiente la tan nombrada y temida celulitis.

Todo esto suena muy bien y de hecho, ha significado un gran avance en el tratamiento de la lipodistrofia corporal de zonas localizadas. Sin embargo, tiene el problema que dado el efecto destructor del láser, hace imposible el reutilizar la grasa del paciente para poderla implantar en otras zonas, con lo que su efecto neto es sólo “reductor”. Además, pese a la mejora notable de la elasticidad y retracción de la piel, ésta no es suficiente para solucionar problemas de descolgamiento cutáneo y flacidez extrema, con lo cual, ese procedimiento estará contraindicado en casos de sobrepeso masivo.

Sin duda, la implementación de la tecnología láser en la cirugía estética es fundamental y consigue aumentar la calidad y duración de nuestros resultados, reduciendo la agresividad de las intervenciones quirúrgicas y por consiguiente mejorando la recuperación y satisfacción del paciente. Sin embargo, no está exenta de riesgos y complicaciones, por lo que sólo la evaluación adecuada de la situación del paciente y el conocimiento y experiencia por parte del cirujano plástico, podrán garantizar un resultado de calidad.

http://www.silfid.es/tratamientos-cirugia_corporal-liposuccion.php
http://www.silfid.es/tratamientos-cirugia_corporal-lipoescultura.php