Hoy me gustaría hablar sobre la psicología en relación a la cirugía estética.
España es el cuarto país del mundo en el ranking de cirugía estética mundial y lamentablemente, tanto la sociedad, los pacientes así como los médicos de comunicación, nos centramos únicamente en el aspecto visible de la cirugía estética; en el resultado bueno o malo tras la misma.
Uno de los requisitos fundamentales para tener un buen resultado en cirugía estética es que el paciente debe tener una imagen real y objetiva de sí mismo y debe ser capaz de transmitir esta imagen a su médico.
Podríamos entonces preguntarnos ¿qué es lo real o lo objetivo? Pero creo que eso daría un sinfín de respuestas metafísicas que ahora mismo no creo que vengan a cuento.
Lo que sí valdría comentar, es la importancia y el impacto fundamental que la cirugía reparadora y estética pueden llegar a tener en la psicología de una persona. Si partimos de una incorrecta valoración de nuestra propia imagen corporal, nos estaremos asegurando no sólo un fracaso estético o reconstructivo, sino también un duro revés a nuestra estabilidad emocional y nuestra autoestima.
Nuestra imagen corporal es dinámica. Se encuentra en constante cambio y redefinición. Es influenciada por los cánones sociales y culturales, las situaciones personales y afectivas de la persona, los eventos traumáticos y/o quirúrgicos previos de la misma, el envejecimiento etc. Es por eso, que la cirugía plástica, ya sea en su versión reparadora como en su versión estética tiene un rol fundamental en la sociedad.
Una mujer mastectomizada tras un cáncer de pecho, ve rota su propia imagen corporal y esto repercute en sus relaciones interpersonales y sociales, su desempeño profesional y en definitiva en su vida diaria.
Del mismo modo, una joven con falta de desarrollo mamario o con una forma nasal poco atractiva, puede llegar a automarginarse y a acomplejarse de tal modo que sólo con el apoyo psicológico adecuado y la guía y ejecución quirúrgica correcta, podrá superar este problema. Esto quiere decir que la cirugía plástica es un complemento útil para conseguir mejorar la estabilidad emocional de las personas. Sin embargo, no es ni mucho menos la forma ideal de tratar un problema de auto imagen y autoestima.
Yo siempre le digo a mis pacientes que la depresión y las obsesiones, no las cura el bisturí, y esto es la pura verdad. También es cierto, que el mejorar nuestra apariencia, alimenta nuestra autoestima y por ello puede contribuir a nuestra felicidad. Es quizás en este difícil balance donde debemos movernos.
Lo que está claro es que en muchas ocasiones, no nos damos cuenta de los detalles reales de nuestra anatomía y lo que generalmente sucede, es que tendemos a centrarnos en un área que nos disgusta o que consideramos inaceptable (con lo que nos obsesionamos y perdemos el sentido de la realidad), olvidando que nuestro cuerpo no es la suma de sus partes, sino un conjunto armónico, y que nuestro ser personal no es sólo piel, grasa, carne y hueso, sino también espíritu, intelecto y afectividad (hacia uno mismo y hacia los demás).
A modo de crítica personal, considero que valorar a los pacientes centrándonos únicamente en las áreas que ellos nos refieren, es un error. Debemos valorar el conjunto del individuo y en esto, no sólo me refiero al conjunto del cuerpo de un paciente, sino también a la estabilidad psicológica y la salud mental de nuestros pacientes.
Es cierto que no hay peor ciego que el que no quiere ver y que el concepto de belleza es sin duda cambiante y fugaz, pero creo que sólo buscando enriquecer la vida de nuestros pacientes podremos enriquecer nuestra propia vida, y éste debe ser el fin buscado por todo médico, y por todo cirujano plástico, reparador y estético.
Lo felicito Dr. Juan José Aparicio por esta auto-denuncia, sin duda, positiva y médicamente ética.
ResponderEliminarBuscar y cultivar sólo la estética, por la estética, es cultivar nuestra dimensión de seres humanos en un contexto histórico que valora determinadas dimensiones circunstanciales y temporales de los individuos.
Buscar y cultivar la estética para que los seres humanos seamos personas humanas ( que no es lo mismo ni se escribe igual) es lo valioso de los individuos. Consiguientemente, tener en cuenta la totalidad del ser personal de la demandante de los servicios estéticos debe ser uno de los servicios complementarios que los cirujanos estéticos y reconstructivos deben acometer.
Considero que este proceder puede complicar la comunicación con determinado tipo de usuarios y, posiblemente, hacerle perder algún paciente-cliente, pero estimo que es uno de los riesgos que tendrá que asumir siendo coherente con su pensamiento ético. Ánimo frente al reto que Ud. acomete.
Julius